El oficialismo aprobó en general con 37, pero perdió dos puntos clave. El blanqueo y la moratoria fiscal se aprobaron por unanimidad.
El oficialismo hizo nuevas concesiones a la oposición y logró aprobar en general el paquete fiscal, pero en la votación en particular se le cayeron los capítulos de Impuesto a las Ganancias y de Bienes Personales.
Ya sin Victoria Villarruel en el recinto porque quedó a cargo del Poder Ejecutivo, el debate del paquete fiscal se extendió durante toda la madrugada y se terminó votando en general pasadas de las 5 de la mañana.
El oficialismo consiguió aprobarla con 37 votos a favor, los mismos que tuvo para tener quórum. Para llegar a ese número tuvo apoyo del PRO, la UCR (con Martín Lousteau incluido), los peronistas Espínola, Kueider y Vigo, y los sueltos como la neuquina Lucila Crexell y la rionegrina Mónica Silva. El proyecto fue rechazado por 35 senadores: los 33 de Unión por la Patria y los santacruceños Gadano y Carambia.
El problema para el oficialismo llegó con la votación del capítulo de la reversión del Impuesto a las Ganancias, donde ya se preveía una derrota del oficialismo. A pesar de que el Gobierno cedió a los reclamos de los patagónicos y aceptó un diferencial para los trabajadores de la región, no consiguió el voto de esos senadores.
El punto fue rechazado por 41 senadores, es decir que Diputados podría insistir con el texto original con mayoría simple.
UxP aportó 31 rechazos ya que la jujeña Carolina Moises y el catamarqueño Guillermo Andrada votaron a favor. Los otros 10 rechazos fueron de los santacruceños Gadano y Carambia;la rionegrina Silva; las chubutensesEdith Terenzi y Cristina Andrea Marcela (que responden al gobernador Nacho Torres);la pampeana del PRO María Victoria Huala; los radicales Lousteau y Maxi Abad; y los peronistas Kueider y Espínola.
La derrota inesperada para el gobierno se dio en el título de Bienes Personales, que planteaba una suba del piso y una reducción de las alícuotas. La oposición se impuso con 37 votos ya que el peronismo logró sumar a los santacruceños, a Lousteau y a la rionegrina Silva.
Fue un revés fuerte para el Gobierno, que solo esperaba una derrota en Ganancias y no tenía en sus cálculos perder esta votación por el rechazo de Lousteau y Silva. Las caras del presidente provisional, Bartolomé Abdala, y el jefe del bloque libertario, Ezequiel Atauche, cambiaron por completo.
Al igual que en el caso de Ganancias, el oficialismo podría insistir con Bienes Personales en Diputados donde podría aprobar el texto original con mayoría simple algo bastante probable.
El oficialismo también logró la aprobación por unanimidad del blanqueo y la moratoria fiscal. En el primer caso el Gobierno tuvo que aceptar más modificaciones exigidas por la oposición y el apoyo del kirchnerismo es una jugada para blindar el nuevo texto, ya que Diputados necesitaría dos tercios para insistir con el texto original algo imposible sin apoyo de UxP.
El oficialismo aceptó eliminar el artículo que permitía blanquear a los extranjeros y también los que abrían la puerta a posibles testaferros, algo que exigían Lousteau y la larretista Tagliaferri.
También se votaron con dos tercios un cambio en las regalías mineras, que serán de 5% sólo para los nuevos proyectos mientras que los vigentes se mantendrán en 3%.
Otro artículo que tuvo dos tercios fue que para los senadores patagónicos ponía en riesgo la continuidad del régimen de promoción industrial de la provincia, ya que habilitaba al Gobierno a hacer recortes fuertes de gastos y exenciones tributarias.