Así surge de la medición del Indec procesada por la UCA, que cifra el impacto del ajuste de shock de Milei. Hubo un 10% más de pobres en solo un trimestre.
La pobreza trepó casi 10 puntos en tres meses y alcanzó a casi el 55% de la gente en el primer trimestre de 2024, mientras que la indigencia alcanzó a una de cada cinco personas en el mismo período.
Se trata de cifras de la Encuesta Permanente de Hogares del Indec para los principales 32 aglomerados urbanos, procesadas por el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (UCA).
Los datos revelan que la pobreza alcanzó al 54,9% de las personas en el primer trimestre de 2024, un aumento de 9,7 puntos porcentuales respecto al último trimestre de 2023, mostrando el impacto de la devaluación y el ajuste de shock implementados por el gobierno de Javier Milei. En la comparación interanual, respecto al primer trimestre de 2023, la suba fue de 16,2 puntos.
En paralelo, la indigencia alcanzó al 20,3% de las personas en el primer trimestre de 2024, una suba de 5,7 puntos respecto al cuarto trimestre de 2023 y de 11,4 puntos respecto al primer trimestre de 2023. El aumento fue menor que en la pobreza debido a la suba real de los subsidios a los sectores vulnerables, como la AUH y la Tarjeta Alimentar.
En total, unos 23 millones de pobres, de los cuales 8,4 millones son indigentes. Vale aclarar que se trata de cifras que utilizan la metodología del propio Indec. El organismo estadístico oficial “difunde en forma trimestral los microdatos de la EPH, pero que el el Informe oficial de indigencia y pobreza lo hace de manera semestral con el fin de reducir errores de estimaciones”, explicó Agustín Salvia, director del ODSA-UCA.
Por lo tanto, lo que hizo la UCA fue tomar las cifras de la EPH del Indec del primer trimestre, publicadas el viernes, y procesarlas para obtener una medición de la pobreza y la indigencia en ese período, que el organismo que conduce Marco Lavagna no publica de esa manera.
La aclaración vale porque el ODSA-UCA suele realizar una medición de la pobreza y la indigencia con una metodología propia, que al ser multidimensional y no solo por ingresos, frecuentemente da más alta que la del Indec. Sin embargo, este no es el caso.
Otras cifras provistas por este procesamiento de datos de la UCA son igual de preocupantes. En los menores de edad (0 a 17 años), la pobreza alcanzó en el primer trimestre al 70% (una suba intertrimestral de 7,3 puntos), y la indigencia al 30,8% (una suba intertrimestral de 6,5 puntos).
Además, en el conurbano bonaerense (Gran Buenos Aires excluyendo CABA) la pobreza trepó al 61,9% (una suba intetrimestral de 11,8 puntos) y la indigencia al 25% (una suba intertrimestral de 7 puntos). Los aglomerados urbanos con mayor nivel de pobreza fueron Gran Resistencia (Chaco) con 79,5%, Formosa con 72,1%, La Rioja con 68% y Santiago del Estero con 67,1%.
A su vez, los aglomerados en los que más creció la pobreza son entre el último trimestre de 2023 y el primero de 2024 son:
- Formosa: 46,7% a 72,1% (26 puntos)
- San Luis: de 28,8% a 48,3% (19,5 puntos)
- La Rioja: de 51,6% a 68% (16,4 puntos)
- Ushuaia: de 31,6% a 47,6% (16 puntos)
- Gran Resistencia: 65% a 79,5% (14,5 puntos)
En la mayoría de los casos, se trata de provincias fuertemente dependientes de fondos nacionales, que por lo tanto se vieron muy golpeadas por la eliminación de la cuarta categoría de Ganancias, la baja del IVA y la decisión política de Javier Milei y Luis Caputo de prácticamente eliminar las transferencias no automáticas.
Por último, la medición del Indec procesada por la UCA también revela otro fenómeno impactante: los ocupados pobres subieron del 34,9 al 44,7% en un trimestre. Un fenómeno, el de los trabajadores formales pobres, que comenzó a expandirse durante el gobierno de Alberto Fernández pero que se aceleró aún más con Milei, mostrando que el problema de la caída en los ingresos se dio de manera tan significativa por la suba del desempleo como por el atraso del salario real.
Para más preocupación, este salto en la pobreza se dio incluso cuando enero tuvo en cuenta el impacto del medio aguinaldo de diciembre, que estará ausente en el segundo trimestre, remarcó Salvia. Aunque, igualmente, sería de esperar que de abril a junio la suba sea proporcionalmente menor, tras haberse absorbido la mayor parte del ajuste de shock inicial.