Según se conoce, es la tercera vez que lo hace. En el predio funcionan merenderos donde todos los días las niñeces más necesitadas de la zona van en busca de alimento.
Sin humanidad, sin lógica, sin argumentos, sin excusas, la Policía Bonaerense volvió a quemar el merendero de Ciudad Evita, y ya lo hicieron tres veces. En el predio funcionan merenderos donde todos los días las niñeces más necesitadas de la zona van en busca de alimento.
“Es la tercera vez que la policía nos quema los merenderos, ayer volvieron a hacerlo, a pesar de que se había acordado que no volvería a pasar. Las familias necesitan comer y por eso volvimos a organizar este merendero. Acá hay familias en situación de calle y vienen a refugiarse mujeres con sus hijos que sufren violencia de género y no tienen a donde ir”, contó Yamila Ojeda, delegada de una de las manzanas del asentamiento “Barrio 1° de Noviembre en Ciudad Evita, en declaraciones a Revista Cítrica.
El municipio de La Matanza, luego de quemar los merenderos horas antes de la última Navidad, les prometió la conformación de una mesa diálogo a cargo del secretario del gobierno Gustavo Dutto. Fue hace hace más de tres meses. Ni Dutto ni el intendente Fernando Espinoza cumplieron.
“Somos 250 familias que la única respuesta que tuvimos fue la represión policial. Llevamos notificaciones y petitorios a todos lados para iniciar la de diálogo, pero seguimos sin lograrlo”, asegura Yamila.
Esta tercera quema fue durante la noche. La policía entró a incendiar todo justo en el momento en que las las mujeres, que ocupan el predio por las tardes, se habían ido; y los hombres, que cuidan el espacio por las noches, estaban por llegar. Quemaron comida y mercadería. El mismo Estado que debería encargarse de que a ninguna niñez le falte el alimento, se encargó de prenderlo fuego.
“Hacemos lo que podemos para dar de comer en los merenderos pero no nos alcanza. Juntamos plata entre todos para armar una cena, a veces solo tienen 20 o 30 pesos por familia”, agrega Sara Ferrera, otra de las delegadas del asentamiento.
“Estamos en el abandono total del Estado y del gobierno, acá hay niños que no pueden ir a la escuela porque no tienen útiles, hay 306 chicos a la deriva, abandonados, sin acceso a educación y salud, hay chicos discapacitados. Hay cinco mujeres que sufren violencia de género y se resguardan en los merenderos porque no tienen a donde ir. Vienen y nos piden ayuda, no damos abasto”, sentenció.
