El presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, dialogará hoy con miembros de WikiLeaks, sitio fundado por el periodista australiano Julian Assange, quien reveló documentos secretos de Estados Unidos y otros países.
Assange formó el sitio web que puso al desnudo en 2010 más de 700 mil pliegos confidenciales sobre actividades militares, crímenes de guerra y de espionaje estadounidenses, especialmente en Iraq y Afganistán. Tales contenidos fueron además publicados en otros medios periodísticos, como The New York Times y The Guardian.
La columnista Mônica Bergamo, del diario Folha de Sao Paulo, adelantó en la semana la posible fecha del encuentro de Lula en Sao Paulo con los editores de la plataforma, Kristinn Hrafnsson y Joseph Farrell, coordinado por la Asamblea Internacional de los Pueblos.
En la cita con el fundador del Partido de los Trabajadores, los periodistas de WikiLeaks discutirán temas como la defensa de la libertad de Assange, detenido en Reino Unido, y la oposición a su extradición a Estados Unidos.
Lula comentó en junio la aprobación concedida por Londres a la entrega del australiano a Washington. “¿Qué crimen cometió Assange?», cuestionó. «Si él va a Estados Unidos, extraditado, ciertamente es cadena perpetua y seguramente él morirá en la cárcel”, lamentó. Hrafnsson y Farrell también tenían en agenda compromisos en Río de Janeiro y Brasilia con los grupos de trabajo de Comunicación y de Relaciones Exteriores del gobierno electo.
De acuerdo con información confidencial de la Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos y de WikiLeaks en 2015, funcionarios estadounidenses espiaron en Brasil al gobierno de la entonces presidenta Dilma Rousseff (2011-2016).
Un total de 29 teléfonos de miembros y exintegrantes de su gestión fueron intervenidos. Rousseff enfrentó en 2016 un golpe parlamentario judicial que la sacó del poder. Assange permanece encerrado en una cárcel de máxima seguridad británica desde su arresto en la Embajada de Ecuador en Londres en abril de 2019.
Está a la espera de que la justicia británica se pronuncie sobre la apelación presentada por sus abogados contra la orden de extradición cursada en julio por la entonces ministra del Interior Priti Patel.
De ser extraditado a Estados Unidos, que busca enjuiciarlo, el comunicador podría ser condenado a 175 años de cárcel, a partir de los 17 cargos relacionados con supuestas violaciones de la ley de espionaje que se le imputan.
Foto: Prensa Latina