En EE.UU., los dueños de pequeños y grandes negocios protegen sus fachadas ante posibles disturbios o protestas durante y después del día de las elecciones.
Casi nadie en EE.UU. espera que las elecciones, que determinarán si el actual presidente, Donald Trump, conseguirá su segundo mandato o su rival demócrata, Joe Biden, se alzará con la victoria, transcurran en paz, ni a la hora del sufragio ni durante el tiempo que se lleve a cabo el escrutinio de los votos.
Mientras tanto, diversos establecimientos y tiendas han comenzado a implementar varias medidas de seguridad y a sellar sus negocios parcialmente para protegerse ante los posibles disturbios que pudieran generarse después de los comicios.
Lujosas tiendas en Nueva York, como Louis Vuitton, Prada y Saks Fifth Ave, han establecido una valla de seguridad al frente de sus establecimientos y, desde el lunes, lucen impenetrables. De igual modo, las tiendas de los conocidos almacenes Macy’s en el municipio de Hamilton, en el estado de Nueva Jersey, ya cubrieron sus escaparates con tablas el viernes.
Asimismo, un gran número de pequeños establecimientos, cuyos escaparates fueron presa de las protestas de junio, sufriendo pérdidas de miles de dólares, se ha preparado para la ocasión cubriendo tanto sus escaparates como sus puertas de acceso con grandes tablones de madera.
El alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill de Blasio, hablando la semana pasada en un programa de radio local, dijo que era demasiado pronto para predecir lo que sucederá, pero, no obstante, indicó que la urbe estaría preparada para cualquier contingencia.
Escenas similares se han sucedido en otras ciudades importantes ante el temor de lo que puedan desencadenar las elecciones.
Analistas políticos locales estiman que, en el caso de que sea una elección reñida y se retrase el anuncio de los resultados, los partidarios de ambos candidatos podrían ocupar las calles para exigir la retirada del oponente o incluso tomar el camino de las armas para saldar la situación.
Fuente: Hispan TV