Mientras crece la preocupación en la región por la escalada de la crisis en Lima y el resto del país andino, el presidente colombiano pidió convocar al Consejo Permanente de la OEA.
Tras una nueva semana de protestas masivas, represión, violencia y muertos en Perú, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, volvió a pedir que la Organización de Estados Americanos (OEA) reaccione y la instó a convocar a su Consejo Permanente para discutir la sangrienta respuesta de las autoridades a los manifestantes que desde el primer día del Gobierno de Dina Boluarte salieron a las calles para pedir su renuncia, elecciones anticipadas inmediatas, el cierre del Congreso y un referéndum constitucional, como proponía el destituido y hoy detenido Pedro Castilo.
“Allanar universidades. Gritar ¡Muera la inteligencia! El Consejo permanente de la OEA debe ser citado para examinar el caso de Perú”, reclamó Petro en su Twitter, luego que cientos de policías irrumpieran en una institución de educación superior en Lima, tomaran el control del lugar y detuvieran a 200 jóvenes, a los que incluso algunos oficiales calificaron de “terroristas”.
Unos 400 policías antidisturbios apoyados por fuerzas especiales irrumpieron el sábado con tanquetas tumbando una de las puertas de acceso a la Universidad de San Marcos y detuvieron a más de 200 personas. Hubo disparos y lanzamiento de gas lacrimógeno pese a no encontrar resistencia, según testimonios recogidos por la prensa peruana.
El titular de la OEA, Luis Almagro, aún no recogió el guante, pero desde el Gobierno de Dina Boluarte en Perú respondieron al pedido de Petro con un rechazo poco diplomático. “Ocúpese de sus asuntos señor Gustavo Petro. El Consejo Permanente de OEA también podría examinar masacres ocurridas durante su gobierno. La última en el Putumayo. Gobierne para los suyos, asista a las víctimas, mejore sus universidades”, sentenció también en Twitter el presidente del Consejo de Ministros peruano, Alberto Otárola.
Petro ha sido uno de los presidentes de la región que más ha denunciado la represión en esta última crisis en Perú. Además, fue uno de los mandatarios latinoamericanos que, junto con Alberto Fernández, advirtieron sobre la detención del presidente Pedro Castillo “sin juez y sin defensa” y su destitución y posterior asunción de su vice, Boluarte.