Estudiantes de los colegios Nacional Buenos Aires y Carlos Pellegrini marchan al rectorado de la UBA (Viamonte 444) reclamando por las malas condiciones edilicias de ambas instituciones.
Denuncian caída de mampostería, filtraciones, baños inundados y calefacción rota. La Universidad de Buenos Aires hace 2 años que no actualiza el presupuesto asignado para ambos establecimientos, en los que estudian más de 5000 adolescentes.
En noviembre de 2021 tres alumnos del Colegio Nacional Buenos Aires resultaron heridos cuando se desprendió un ventilador de techo y se les cayó encima. La marcha se realiza hacia el Consejo Superior con representantes de ambos colegios.
Red Informativa dialogó con Victoria Liascovich, Presidenta Centro de Estudiantes del Nacional Buenos Aires, quien manifestó: “Nuestro reclamo se vincula a la desidia histórica que hay con respecto a la administración de los colegios pre universitario. El Consejo Superior está integrado por decanos, docentes, no-docentes y graduados de universidades, pero no por la rectora del Nacional Buenos Aires, por ende nos gobiernan ellos pero ni siquiera formamos parte de dicha mesa que supone ser democrática y que viene a representar los intereses de la reforma universitaria”.
“No es fáctico el hecho de que las universidades deben ser más democráticas, no sucede en la UBA, donde los y las preuniversitarixs no formamos parte del Consejo Superior. Por eso el reclamo, en primer lugar, se vincula a cómo nos gobierna el Consejo Superior desde afuera”, adhirió.
“Desde el Consejo nos dan un presupuesto anual, que es de aproximadamente de $20 millones entre el Pellegrini y el Nacional Buenos Aires. Ambos colegios tienen aproximadamente 2500 estudiantes, por lo que el presupuesto equivale a $11 por día para cada estudiante. Somos colegios numerosos y se necesita de un presupuesto más amplio, ya que éste no se aumenta desde comienzos de la pandemia”, explayó.
Luego, refiriéndose también al presupuesto otorgado, especificó: “La inflación con la que convivimos es otro factor influyente para su actualización. Además, para un edificio histórico como el del Nacional, es un presupuesto insuficiente para abarcar las condiciones edilicias”.
“El años pasado se cayó un ventilador en la cabeza de un estudiante, se inunda el colegio porque tiene una mansarda muy antigua, que está desde su edificación, y los baños se encuentran en pésimas condiciones, con cañerías de plomo de hace más de un siglo que lleva a que se tapen y queden inutilizados. Hay baños que directamente no podemos usar”, agregó.
“La pregunta que hacemos en el reclamo es: ¿Por qué nos gobiernan desde afuera y nos dan un presupuesto tan irrisorio mientras en el resto de las facultades, por ejemplo, se construyen nuevos edificios?”, enfatizó.
También se refirió a los cambios que acontecen: “Todo esto se suma a un contexto en el cual (Alberto) Barbieri, actual rector de la UBA, culmina con s us 8 años de mandato y será reemplazado por Ricardo Gelpi, actual decano de la Facultad de Medicina. Hay un recambio de poder político y de personalismo, cuando en verdad necesitamos un gobierno mucho más independiente del Consejo Superior”.
“No pretendemos dejar de depender de la UBA, sino ser una real democracia. Que entre nuestra rectoría y la del Consejo Superior se corte la alienación que hay, donde a nuestro rector también lo eligen desde allí”, remató.