El Ministerio de Educación de Nación y la SEDRONAR acordaron el relanzamiento del “Programa Nacional de Prevención y Cuidados en el ámbito educativo”, en el marco del Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas.
Los alumnos de jardines, primarias y secundarias de todo el país trabajarán con conocimientos específicos sobre prevención de adicciones y consumos problemáticos, a partir del relanzamiento del “Programa Nacional de Prevención y Cuidados en el ámbito educativo” que ya acordaron el Ministerio de Educación de la Nación y la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina (SEDRONAR), para aplicar en las aulas de todas las escuelas.
La iniciativa incluye un intenso programa de capacitación y formación docente y la distribución física y virtual de materiales didácticos que serán utilizados para trabajar los lineamientos preventivos de las adicciones en la enseñanza del nivel inicial de la educación formal (Jardines de Infantes) y en diferentes asignaturas de los programas de la escuela primaria y secundaria.
El Programa Nacional fue creado por la Ley Nº 26.586, con el fin de promover valores y actitudes que fortalezcan las capacidades de las y los estudiantes para la prevención.
En octubre de 2015, producto de un año de trabajo e intercambio entre los tres niveles del Estado, el Consejo Federal de Educación que reúne a los ministerios de las 24 jurisdicciones nacionales aprobó (resolución 256) los lineamientos curriculares para la enseñanza de los contenidos en los tres niveles. Pero, en los últimos 4 años el Programa nunca se puso en marcha.
Por eso, en el marco del “Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas” que se conmemora el 26 de junio, se acordó el relanzamiento del Programa en el ámbito de la cartera educativa en coordinación con la SEDRONAR.
“La escuela es un espacio privilegiado para desarrollar acciones de prevención, donde poder interpelar las prácticas de consumo y tener información verdadera sobre las consecuencias físicas y sociales que conlleva”. Por eso, en los lineamientos curriculares “estimulamos el pensamiento crítico en la primaria y les aportamos herramientas conceptuales como la noción de consumo y sus diversas prácticas en distintos contextos históricos y culturales. En la secundaria damos información del sistema nervioso, las consecuencias sociales y físicas, el rol de la publicidad en relación con el consumo, y también invitamos a realizar prácticas de cuidado colectivas”, graficó la titular de la SEDORNAR, Gabriela Torres.
El objetivo del Programa es trabajar en los planes de estudios contenidos relativos a la prevención de las adicciones en el marco de la enseñanza de las áreas curriculares como Ciencias Naturales y Formación Ética y Ciudadana, entre otras áreas posibles.
“Es fundamental que el Ministerio de Educación articule el programa y desarrolle las acciones de prevención desde un abordaje pedagógico, formal, de manera gradual, integral, continua y sistemática”, sostuvo el titular de la cartera educativa, Nicolás Trotta.
En este sentido, las instituciones educativas tienen algo para decir y algo que hacer en relación al consumo de sustancias nocivas para la salud. “Las situaciones vinculadas a adicciones y consumos problemáticos de drogas, irrumpen en la escuela al igual que otro tipo de problemáticas que, sin gestarse en ella, deben ser abordadas por la institución”, agregó el Ministro de Educación.
Estas situaciones exceden lo estrictamente pedagógico y ponen en tensión los dispositivos con que la escuela desarrolla su tarea cotidiana dando cuenta de la necesidad de generar nuevas respuestas frente a nuevas situaciones. Una de ellas es la Guía de Orientación para la Intervención en Situaciones de Consumo Problemático de Sustancias en la Escuela.
El plan diseñado por Educación y la Sedronar incluye como un capítulo clave la capacitación del personal docente y no docente de la institución escolar para dar información, acompañar e interpelar las prácticas de consumo. Siempre respetando de la libertad de enseñanza, se promueve que los niños, niñas y adolescentes, desarrollen una personalidad que les permita afrontar con confianza los desafíos de la vida y los ayuden a construir proyectos personales y colectivos. La capacitación alcanza además a los otros miembros de la comunidad educativa que deberán encontrar allí espacios apropiados para abordar esta problemática social.
Por último, Torres remarcó que “el tiempo de intervención que tiene la escuela es fundamental, porque no hay ningún consumo problemático que se manifieste de un día para otro. Hay que mirar, escuchar y acompañar a nuestras y nuestros chicos y jóvenes”.