López Obrador en la Casa Blanca: entre el T-MEC y el muro de Trump

Reacio a las giras internacionales, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador hace su primer viaje a EEUU a reunirse con su homólogo Donald Trump para celebrar el nuevo Tratado México, EEUU, Canadá (T-MEC) de libre comercio, pero su anfitrión tiene en mente la construcción del muro fronterizo.

El tema de la visita de este miércoles es la nueva etapa en las relaciones comerciales de Norteamérica, con la entrada en vigor del T-MEC el 1 de julio pasado, pero la reunión pensada como una cumbre trilateral fue descartada por el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau.

El pacto que remplaza al antiguo tratado que estuvo vigente poco más de 26 años fue renegociado desde mayo de 2019 entre premisas proteccionistas de Trump y amenazas de imponer aranceles unilaterales.

López Obrador había anunciado una “visita de Estado”, que tiene máximo simbolismo, firmas de acuerdos y discursos ante el Capitolio, pernoctando en la Casa Blair de huéspedes distinguidos, frente a la Casa Blanca.

Al final se tuvo que conformar con una “visita de trabajo”, con cena en la sede del Gobierno de EEUU.

Ante el ofrecimiento de un hotel con seguridad para su pequeña delegación de tres altos funcionarios, decidió alojarse en la residencia la embajadora de su país en Washington, Martha Bárcena.

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador

© REUTERS / HENRY ROMERO

El internacionalista Carlos Heredia, del Centro de Investigaciones y Docencia Económica (CIDE) advirtió a Sputnik que el resultado de la gira es “de pronóstico reservado”.

“La negativa de Trudeau a asistir; la ausencia de las comunidades mexicanas y su liderazgo en la agenda; la falta de un encuentro con el liderazgo del opositor Partido Demócrata de EEUU, el resurgimiento de la migración mexicana indocumentada (en el marco de la nueva crisis económica) y las quejas de inversionistas en el sector de energía”, son algunos de los riesgos que presenta la reunión, según este especialista en las relaciones entre ambos países.

El muro y los migrantes

Trump ya dio señal de sus prioridades colocando el lunes el tema del muro en su cuenta de Twitter, con la publicación de cuatro fotografías en el desértico estado de Arizona, en la frontera sur de EEUU.

Donald Trump, presidente de EEUU

© AP PHOTO / OLIVIER MATTHYS

Al pie de un inmenso prototipo de una barrera metálica acompañado de un oficial de la patrulla fronteriza, Trump observa hacia el cielo el muro metálico que se eleva a unos 12 metros.

El magnate del Partido Republicano está en plena campaña por su reelección en los comicios del 3 de noviembre próximo, para los cuales, según la mayoría de los sondeos, se encuentra varios puntos detrás del candidato del opositor Partido Demócrata, Joe Biden.

Trump sabe que su triunfo electoral de 2016 tuvo entre sus claves contar con casi 60% de un electorado de raza blanca, al que agitó con un discurso racista y xenófobo centrado en la promesa de construir un muro para detener el ingreso de migrantes y por cuyo costo piensa cobrar a México.

Por su parte, López Obrador sacó de la agenda el tema los 34 millones de migrantes mexicanos en EEUU, unos 12 millones indocumentados, dejando solo una cena con empresarios de ambos países en la Casa Blanca.

Además, se limitó a señalar las bondades del T-MEC, que tiene como “peculiaridad” garantizar “salarios y prestaciones laborales justas en los tres países”.

También reformuló el relato de las fricciones bilaterales ocurridas durante varios meses en 2019, cuando Trump amenazó con imponer aranceles al comercio bilateral si México no contenía la migración indocumentada.

“Derivado de las buenas relaciones que tenemos con el Gobierno de EEUU, se está siempre procurando que haya un trato respetuoso con nuestro pueblo y en particular se trate con respeto a nuestros paisanos migrantes”, reseñó el mandatario mexicano.

El riesgo que la mayoría de analistas observa es que Trump termine por utilizar a López Obrador en su campaña, como lo hizo con su antecesor, Enrique Peña Nieto (2012-2018).

Para enfatizar su política de “austeridad republicana”, López Obrador viajará en el asiento de un avión de línea comercial, junto con el canciller Marcelo Ebrard, la titular de Economía, Graciela Márquez, y el jefe de la oficina de la presidencia, el empresario Alfonso Romo.

Fuente: Sputnik