“Estamos ante una fuerza política que tiene un problema con las mujeres”, aseguró la ex presidenta. También habló de las tarifas y otros temas económicos.
La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner aseguró que “estamos ante una fuerza política que tiene un problema con las mujeres”, al inaugurar este martes el Salón de las Mujeres del Bicentenario del Instituto Patria, en el centro porteño, donde fueron homenajeadas Eva Duarte de Perón, Alicia Moreau de Justo, Victoria Ocampo, Juana Azurduy, Mariquita Sánchez de Thompson, Alfonsina Storni, Lola Mora, Mercedes Sosa, Tita Merello, Aime Paine, Blackie, Cecilia Grierson, Madres de Plaza de Mayo y Madres de Malvinas.
Precisamente en el 105° aniversario de Eva Duarte de Perón, Fernández de Kirchner dijo que “es un día muy particular” y recordó que “allá por 2009, en vísperas del bicentenario, decidimos inaugurar el Salón de las Mujeres del Bicentenario” en Casa Rosada, que fue reemplazado el 8 de marzo pasado, en el Día Internacional de la Mujer, por el Salón de los Próceres.
“No soy una militante feminista”, aclaró la expresidenta, “pero respeto mucho a las militantes que lo son”, y fustigó que “se haya esgrimido el falso argumento de desmantelar este salón” en Casa de Gobierno por “un sesgo ideológico”, cuando se trataron de “mujeres protagonistas todas y algunas antagónicas”.
Ejemplificó que “junto a Eva estaba Victoria Ocampo, ícono del antiperonismo, que hasta la metieron presa en una movilización durante el primer y segundo gobierno de (Juan Domingo) Perón”, o “Juana Azurduy con Mariquita Sánchez de Thompson, quien en sus salones se juntaba con comerciantes ingleses y criollos contrabandistas”.
Resaltó la presencia de “nuestras Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, junto a las madres de Malvinas”, quien “parieron la democracia en 1983”, y se esperanzó en que “esperamos que algún día que todas ellas vuelvan a la Casa Rosada”.
En el plano de la coyuntura política, Fernández de Kirchner reiteró lo que argumentó en el acto del 27 de abril pasado, en la localidad bonaerense de Quilmes, cuando sostuvo que “el problema no eran los subsidios de las tarifas” sino “los contratos dolarizados”.
“Suspendieron los aumentos de las tarifas a partir de mayo y dijeron que era por la inflación, pero fue porque eran impagables para la gente”, explicó. Calificó de “superávit trucho” el esbozado por el presidente Javier Milei y refirió que “apareció el gran reperfilador (el ministro de Economía Luis) ‘Toto’ Caputo” para las energéticas, con un bono de deuda en dólares en enero, y para febrero y marzo un plan de 48 cuotas, como en la época de (el ex presidente Mauricio) Macri”.
“Vuelven a convertir deuda en pesos en deuda en dólares”, espetó Fernández de Kirchner, y añadió que “instan a las provincias a que pongan la ‘tarasca’ que necesitan la distribuidoras”.
“El verso del superávit era eso, un verso”, completó la exmandcataria. Según Fernández de Kirchner, “el presidente debería dejar de hablar tonterías en el mundo”, como de “comunismo”, cuando “el muro que cayó en 1989”, y se preguntó: ¿De qué comunismo me habla?”. Contó una anécdota que tuvo con Milei el día que asumió, cuando le dijo “colóquese a la izquierda”, a lo que el presidente le contestó “es imposible”, para que la expresidenta le respondiera “no vaya a creer, hay muchos prejuicios”.
“Cuando uno se sienta en el sillón de Rivadavia se le van a caer muchos prejuicios, como se le caen ahora, esto es lo que está pasando”, consideró. “Usted tiene muchos prejuicios, todo lo que anuncia no tiene conexión con la realidad”, señaló dirigiéndose a Milei.
Sobre el proyecto de la ley Bases señaló que “se está tratando algo muy importante en el Senado” en el punto de que “se le otorgan al Presidente facultades para anular o rescindir obras públicas, en virtud de la emergencia, y se incluye una excepción, la ley 23696 ley de privatizaciones”, en la cual “los contratos de generación de energía quedan fuera de la emergencia”.
“El muro de Berlín se cayó para los dos lados”, remató Fernández de Kirchner, y juzgó que es “el estatuto legal del coloniaje versión siglo XXI”. En ese sentido describió que en “las concesiones que particularmente refleja en toda su extensión el objetivo de este proyecto es que, a la inversión extranjera directa, a partir del tercer año, la van a dejar exportar sin dejar un dólar de reserva”.
“¿Con qué dólares al Fondo Monetario Internacionales se le piensa pagar la deuda externa si no van a ingresar dólares?, se interrogó, y agregó: ¿Al desarrollo de las industrias, que no le importan a nade?
Para Fernández de Kirchner, el propósito que “seguir endeudando eternamente para seguir controlando nuestro desarrollo, olvidándonos de nuestro abastecimiento interno”. Puso también como ejemplo el consumo de carne, que “en marzo de este año contra marzo de 2023 la caída de producción en la Argentina fue del 19%, pero en el primer trimestre exportamos un 21% más”.
“¿Cómo se explica eso?”, se preguntó, y respondió: “Se consume menos, 57,600 kilos en 2023 y hoy en 40,400 kilos por habitante”, lo que estimó “un modelo neocolonial en el siglo XXI, basado en el extractivismo sin valor agregado” para “condenar a los argentinos a la desocupación que ya empieza a visualizarse”.
Sobre el final volvió a referirse a las mujeres reconocidas en el salón: “Estas mujeres fueron todas, en su medida, avatares, porque querían otra cosa, aunque no eran iguales todas”, y bregó porque “los argentinos y el Presidente recapaciten en esto”.
Tengo muchas esperanzas, la Argentina ha salido de situaciones mucho más difíciles”, refirió, y sostuvo que “cómo vamos flaquear o a dudar viendo las imágenes” de Estela de Carlotto y otras Madres y Abuelas presentes, en el cual sus ejemplos son los que deben “movilizarnos a todos y a todas”.