Es considerada la sanción económica más dura contra el Kremlin ya que no podrían hacer ni cobros ni pagos internacionales con el resto de entidades que utilizan este sistema.
El Gobierno de Ucrania afirmó hoy que “ya se iniciaron los preparativos técnicos” para desconectar a Rusia del sistema financiero Swift, considerada la sanción económica más dura contra el Kremlin. La noticia fue confirmada por el ministro de Exteriores de Ucrania, Dmitri Kuleba, en medio de la reticencia de algunos países europeos por las consecuencias que puede tener esta decisión para garantizar el suministro de gas ruso.
“La decisión oficial aún no ha sido emitida, pero ya comenzaron los preparativos técnicos para implementar esta sanción”, comunicó hoy el funcionario por Facebook y agradeció a la diáspora ucraniana “por la presión a los gobiernos” para respaldar la acción.
La Society for World Interbank Financial Telecommunication, más conocida por sus siglas Swift, es una cooperativa de sociedades financieras, fundamentalmente bancos, a los que presta servicio. Si las entidades financieras de Rusia quedaran fuera del sistema, la operativa de su banca se vería seriamente complicada porque no podrían hacer ni cobros ni pagos internacionales con el resto de entidades que utilizan este sistema.
A todos los efectos se produciría un bloqueo de las transferencias bancarias con el país, lo que tendría a su vez efectos colaterales, ya que cualquier empresa extranjera que necesite hacer pagos en Rusia no tendría opciones de hacerlo por esta vía. La expulsión de este sistema financiero se utilizó como herramienta de castigo solamente en una ocasión, en 2012, a través de una directiva de la UE que permitió apartar a Irán como represalia por el desarrollo de su programa nuclear.
Varios países europeos, entre ellos Italia, Alemania, Austria y Hungría, expresaron reservas, temiendo el impacto de una decisión de ese tipo sobre los suministros de gas ruso, pero frente a los cuestionamientos ante la continuidad del conflicto que llegó a las calles de Kiev, fueron cambiando sus posturas. Italia y Chipre, otra nación de la Unión Europea (UE) en principio reticente, confirmaron hoy que no bloquearán la decisión de expulsar a Rusia del sistema Swift.
Así lo informó el propio presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, uno de los promotores de esta sanción, tras conversar con el primer ministro de Italia, Mario Draghi. Hungría, por su parte, directamente calificó de “noticia falsa” su oposición a esta sanción contra Rusia, tal como indicaron varios medios internacionales.
El ministro de Exteriores, Péter Szijjártó, dijo en Facebook que esos medios “mienten” cuando dicen que “Hungría está bloqueando algunas de las sanciones contra Rusia, por ejemplo, en relación con el sistema Swift”. “Seamos claros: ¡No es cierto! Nunca nos hemos opuesto, ni bloqueado, a ninguna propuesta de sanción”, dijo el Ministro, un hombre cercano al primer ministro, el ultranacionalista Viktor Orban.
Alemania, país muy dependiente del gas ruso para su industria y que acaba de frenar la puesta en marcha del gasoducto Nord Stream 2, fue uno de los principales opositores a esta sanción, aunque luego indicó estaba abierto a la idea de avanzar en esta dirección.
El primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, tiene previsto conversar en Berlín con el canciller de Alemania, Olaf Scholz, para presionar sobre el Swift. El portavoz del gobierno polaco, Piotr Muller, afirmó en declaraciones a la agencia de noticias Bloomberg que “en las últimas 24 horas ha habido un giro en las actitudes de varios gobiernos que antes eran escépticos”. En la misma línea, Karl Nehammer, el jefe del Gobierno austriaco (país que compra del 70 al 80% de su gas a Moscú) pasó de oponerse a la medida a pedir “una exclusión de Rusia de Swift”.
La Unión Europea congelará los activos europeos de Vladimir Putin
Los Estados de la Unión Europea acordaron el viernes congelar todos los activos europeos del presidente ruso, Vladimir Putin, y de su ministro de Asuntos Exteriores, mientras el líder de Ucrania pedía una acción más rápida y contundente para castigar la invasión a su país.
La medida contra Putin y su principal diplomático, Sergei Lavrov, se produjo mientras los enviados de los 27 Estados de la UE ultimaban los detalles de una nueva oleada de medidas -la segunda- que fue respaldada por los líderes en una cumbre de emergencia celebrada el jueves por la noche. “Es una señal políticamente importante”, dijo un diplomático de alto rango de la UE, refiriéndose a la decisión de apuntar a los dirigentes rusos.
Un funcionario de la UE dijo que a la última ronda de sanciones le seguiría una tercera que podría apuntar a “muchos más” oligarcas rusos. “Nos estamos moviendo tan rápido como podemos”, agregó.
Más temprano el viernes, el presidente ucraniano Volodimir Zelenski instó a Europa a actuar con mayor rapidez y contundencia en la imposición de sanciones a Moscú, acusando a los países occidentales de hacer política ante el avance de las fuerzas de Moscú sobre Kiev. “Todavía pueden detener esta agresión. Hay que actuar con rapidez”, dijo, y añadió que la prohibición de la entrada de los rusos en la UE, la exclusión de Moscú del sistema mundial de pagos interbancarios SWIFT y el embargo de petróleo deberían estar sobre la mesa.
Los ministros de Asuntos Exteriores de la UE se reunieron en Bruselas para concretar los detalles de las sanciones acordadas en principio en la cumbre. Estas medidas significan que el bloque se une a Estados Unidos y otros países con medidas como la de frenar el acceso de Rusia a tecnologías clave y a la financiación.
Las sanciones también se dirigirán a las élites rusas y dificultarán los viajes de los diplomáticos, pero los líderes de la UE optaron por no frenar las importaciones rusas de energía ni -tras las objeciones de Alemania e Italia, entre otros- cortar el acceso de Rusia al sistema SWIFT.