Un 24 de Memoria, con marchas y miles de personas

A una semana de la multitudinaria marcha que colmó la Plaza de Mayo, cerramos este mes de la memoria repasando las imágenes de lo que fue una intensa jornada: 46 años después del golpe genocida, el pueblo junto a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo marcharon en el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia y colmaron cada punto del país donde se realizaron manifestaciones. Las consignas fueron desde el No al FMI, el pedido de cárcel común para los genocidas, la solicitud de apertura de archivos de la dictadura y por Nunca Más Terrorismo de Estado en la Argentina

Por: Diego Adur

Fotos: Lihuel Cuesta

Cartel pegado en las inmediaciones de la plaza

Ciertamente el 24 de marzo no fue un día más. El reclamo popular ya había conseguido que la FIFA, el máximo organismo político del fútbol, reprogramara el partido que debía disputar la selección Argentina contra Venezuela por las Eliminatorias al Mundial de Qatar de este año: iba a ser el jueves 24 y por la presión de los reclamos finalmente el encuentro se realizó el viernes 25.

De esta manera el 24 de marzo fue, sin lugar a dudas, una jornada de Memoria para el pueblo argentino. Pandemia mediante, pasaron 2 años para que las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo se hicieran presentes en la marcha que cada año colma la Plaza. Si bien el año pasado sí habían estado presentes los organismos de izquierda y la marcha que encabeza el Encuentro Memoria Verdad y Justica, en esta oportunidad también se sumó la Mesa de Organismos de Derechos Humanos y distintas agrupaciones oficialistas.

La jornada comenzó temprano, quizás alertada por el pronóstico climatológico que auguraba lluvias y tormentas para toda la tarde. La Plaza de Mayo se fue llenando de a poco. En las arterias que desembocaban allí, las Diagonales y Avenida de Mayo, se preparaban las distintas columnas de los organismos de izquierda y el EMVJ, que hizo el ingreso a la plaza junto a Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora. También se vio muchísima gente autoconvocada, sola o en familia, con amigos y amigas, compañeros y compañeras. El grito de Nunca Más, la exigencia de hacer Memoria, de buscar la Verdad y reclamar Justicia se escuchó fuerte y en decenas de miles de bocas. Las dos marchas ya habían pactado el cronograma de la jornada, para que se haga de la forma más organizada posible. A las 15:30 se retiró la primera marcha e ingresó la segunda. En ese interine fue cuando se produjo la breve llovizna que cayó en la ciudad de Buenos Aires. Como predestinada, acompañando la salida de algunos y el ingreso de tantos y tantas otras.

Como es habitual en cada 24M, la izquierda movilizó a la plaza tempranamente

Durante el acto se leyeron documentos y hablaron las Madres, Abuelas y personas vinculadas al mundo de los Derechos Humanos. Un detalle no menor para mencionar que resultó positivo en lo que a la organización respecta es que se colocaron parlantes a lo largo de Avenida de Mayo. De esta manera, la gente que no pudo ingresar a la Plaza por la inmensa cantidad de gente que estuvo presente durante los actos pudo escuchar las manifestaciones de los disertantes.

La jornada se desarrolló en paz. Las miles y miles de personas que se acercaron a Plaza de Mayo y alrededores lo hicieron con la emoción de volver a marchar por Memoria, Verdad y Justicia; para volver a encontrarse en las calles, levantar la bandera de sus desaparecidos, las fotos, los carteles pintados, los cuerpos intervenidos y todo tipo de arte que vistió y coloreó el ambiente. Como cada 24, no solo se recordó el golpe genocida que arrasó con 30 mil vidas sino que también estuvieron presentes los desaparecidos en democracia de este último tiempo: así se vieron carteles y remeras recordando a Jorge Julio López, a Santiago Maldonado, a Facundo Astudillo Castro y preguntándose una y otra vez dónde está Tehuel.

A pesar del viento y las alertas de lluvia, las calles se colmaron en todo el país. Había una necesidad muy grande de volver a conmemorar el Día de la Memoria, de volver a marchar y gritar Nunca Más. El protagonista fue el pueblo, que colmó cada punto del país donde se realizaron manifestaciones. Mientras tanto, se siguen juzgando a los genocidas perpetuadores del Terrorismo de Estado en nuestro país. Pero también se van muriendo sin recibir condena, porque los procesos son largos y sufren recurrentes demoras. Porque los jueces son casi siempre los mismos y no pueden realizar más audiencias. Lo más triste de todo es que los y las sobrevivientes, testigos esenciales de los secuestros, torturas, muertes y desapariciones, también se nos están yendo. Es imprescindible que el Estado realice estrategias para acelerar los juicios que están en proceso y se inicien los que aún están en espera.

Miles de manifestantes colmaron la plaza y alrededores

El reclamo por Memoria, Verdad y Justicia no debe quedar en un acto cada 24 de marzo, ni en una marcha a la Plaza un solo día al año. Debemos vivir con Memoria de que lo que pasó en nuestro país con la última dictadura cívico-militar-eclesiástica fue un genocidio. Debemos seguir luchando para saber la Verdad de lo que pasó con nuestros 30 mil compañeros y compañeras desaparecidas y con los más de 400 bebés robados, muchos de los cuales aún no conocen su verdadera identidad. Debemos exigirle al Estado que se haga Justicia y que todos los responsables militares, de la Iglesia Católica, funcionarios, periodistas y empresarios que fueron parte del Terrorismo de Estado sean condenados a prisión perpetua y a cárcel común.

Este 24 de marzo fue especial. Se necesitaba marchar y estar cerca entre nosotros y nosotras. Dependerá del pueblo que esa unidad no se quiebre ante los discursos negacionistas cada vez más públicos e impunes como los que enarbolan desde los partidos políticos conducidos por Milei, Espert, López Murphy y compañía. Porque cuando decimos Nunca Más debe ser Nunca Más. Porque los 30 mil compañeros y compañeras detenidos desaparecidos estuvieron presentes este 24: Presentes, hoy y siempre.