Tercer suceso trágico en tan solo tres días, y otra vez a causa de un tiroteo: esta vez el saldo fue al menos un muerto y siete heridos
El índice de asesinatos en Estados Unidos estremece. Y mientras Joe Biden insiste para que agilicen la aprobación de leyes que prohíban las armas de asalto, siguen ocurriendo episodios desafortunados. California, por estas horas, se convirtió en el epicentro de las masacres: este lunes murió al menos una persona y otras siete terminaron heridas en un nuevo tiroteo registrado en la ciudad de Oakland, siendo así el tercer suceso de estas características en dicho estado en apenas tres días.
El punto de encuentro para los delincuentes fue una estación de servicio de esa ciudad californiana. La particularidad del suceso se genera por el momento, contemplando que las balas interrumpieron un rodaje de un video musical, según muestran imágenes grabadas por un periodista independiente que cedió a la cadena CBS News Bay Area.
Si bien los agentes llegaron con extrema celeridad y no encontraron víctimas, el panorama se agravó con el correr de los minutos. Primero vieron varios casquillos de bala; luego, el departamento de Policía fue informado de que varias víctimas de disparos habían sido trasladadas a hospitales en la zona, según la cadena de televisión estadounidense.
La última noticia se suma a otros dos episodios que generan pánico en la población. El último sábado, otras once personas murieron en un tiroteo masivo en un estudio de baile en Monterey Park, en el condado de Los Ángeles, después de la celebración del Año Nuevo Lunar chino. Posteriormente, el atacante fue encontrado muerto tras haberse suicidado.
Lejos de terminar con la problemática, este lunes se alimentó la desazón. Es que siete personas fueran asesinadas a tiros en dos lugares distintos de Half Moon Bay en la península de San Francisco, también en el estado de California. El presunto autor de los hechos se entregó a la policía poco después de los asesinatos.
El presidente de EE.UU., Joe Biden, fue informado en la noche del lunes del ataque y pidió a las autoridades federales dar apoyo a la policía local, según informó la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, en su cuenta de Twitter.
El gobernador de California, Gavin Newsom, se refirió el lunes a los hechos como “una tragedia sobre otra”. “Mientras estaba en un encuentro en un hospital con las víctimas de un tiroteo masivo, me llaman para informarme sobre otro”, escribió el político demócrata en su cuenta de Twitter.
Por su parte, el presidente del consejo del condado de San Mateo, David Pine, recalcó que la violencia por armas de fuego en Estados Unidos alcanzó “niveles inaceptables”. “Hay muchas armas en este país y eso tiene que cambiar”, sentenció Pine en una rueda de prensa junto a la sheriff del condado.