Se trata de dos integrantes, uno de ellos el líder, de la organización de ultra derecha Oath Keepers. Es la primera pena de este tipo que aplica desde los ’90.
El fundador y líder de la milicia Oath Keepers, Stewart Rhodes, y la lideresa del capítulo de Florida, Kelly Meggs, fueron condenados por “sedición” por haber participado en el asalto al Capitolio de Estados Unidos en enero de 2021. Hasta el momento es el veredicto más importante dado por la Justicia.
El veredicto cerró un juicio de casi dos meses, en el que el gobierno trató de demostrar que el violento asalto del Capitolio que obligó a suspender la oficialización de Joe Biden como presidente electo equivalía a una rebelión contra el Gobierno por parte de partidarios del entonces mandatario Donald Trump. En tanto, los cinco enjuiciados fueron los primeros de los casi 800 acusados de participar en esa revuelta que dejó cinco muertos.
Según el portal de noticias The Hill, los cargos por sedición no fueron aplicados desde un caso de terrorismo en la década de 1990. Luego de deliberar tres días, los 12 miembros del jurado de un tribunal federal de Washington absolvieron a otros tres integrantes de Oath Keepers del cargo de sedición, que se castiga con hasta 20 años de prisión. Aunque todos fueron acusados de “obstrucción de un procedimiento oficial” e incitar acciones durante el 1 de enero, según reportó el mismo medio estadounidense.
El Departamento de Justicia dijo que Rhodes y los Oath Keepers “tramaron una rebelión armada (…) conspirando para oponerse por la fuerza al gobierno de Estados Unidos”, reportaron las agencias AFP y Europa Press. Los fiscales mostraron videos del ataque perpetrado por decenas de miembros del grupo vestidos con ropa de estilo militar.
Los acusados consideraron al caso un juicio político promovido por el gobierno de Biden contra los partidarios de Trump. Los tres absueltos son Kenneth Harrelson, de 41 años, mano derecha de Meggs; Jessica Watkins, de 40 años, veterana del Ejército que estuvo en Afganistán antes de formar parte del grupo en Ohio; y Thomas Caldwell, de 68 años, empleado del FBI y antiguo comandante de la Marina, que negó pertenecer al grupo.
Rhodes, de 57 años, estuvo al mando de Oath Keepers desde que lo fundó, en 2009. Se trata de un antiguo paracaidista del Ejército que actualmente se encuentra en prisión preventiva en Texas, después de un fallo judicial que alertaba que cuenta con la capacidad para “financiar insurrecciones futuras”.
La sedición y conspiración son los cargos más importantes presentados contra las aproximadamente 850 personas que fueron detenidas por su participación en aquellos disturbios. En tanto, integrantes de los Proud Boys, también de derecha, deberán comparecer ante los tribunales en diciembre por los mismos cargos. Entre ellos, se encuentran Enrique Tarrio, que como Rodhes, nunca ingresó al Capitolio y no estuvo en Washington ese día.