Mientras el primer ministro enfrenta el juicio en el que es acusado de corrupción, fraude y abuso de confianza, se reanudan las consultas poselectorales para que el presidente designe a un candidato a formar Gobierno tras las elecciones del pasado 23 de marzo.
Las sagas política y la judicial convergen este lunes en Israel con la reanudación del juicio por corrupción contra el primer ministro Benjamin Netanyahu, y en simultáneo las consultas poselectorales para que el presidente designe a un candidato a formar Gobierno tras las elecciones del pasado 23 de marzo.
Los magistrados convocaron a Netanyahu, de 71 años -15 de ellos en el poder-, al tribunal de distrito de Jerusalén para las declaraciones preliminares de la Fiscalía, una nueva etapa en el primer juicio de un jefe de Gobierno israelí en funciones de la historia del país.
Se lo acusa de corrupción, fraude y abuso de confianza en tres casos, cargos que él niega.
Netanyahu hizo un mal uso de “el gran poder gubernamental que se le confió, entre otras cosas para exigir y obtener beneficios indebidos de los propietarios de los principales medios de comunicación en Israel con el fin de promover sus asuntos personales, incluso cuando aspiró a ser reelecto”, dijo la fiscal en la apertura del juicio.
El primer ministro estuvo presente en el tribunal de distrito de Jerusalén para las declaraciones iniciales de la fiscal, y se fue antes de la comparecencia de los primeros testigos.
En los alrededores del tribunal, grupos de manifestantes mostraban pancartas donde se podía leer “Mentiroso” y “Vigilamos la democracia”. Desde hace meses, estos manifestantes reclaman su dimisión delante de su residencia cada sábado.
Mientras el fiscal principal Liat Ben-Ari desarrolle los argumentos contra el premier que más tiempo lleva en funciones, el presidente, Reuven Rivlin, comenzará las negociaciones de dos días con altos cargos de los partidos. Serán decisivas para el futuro político de Netanyahu, informó el servicio público de noticias Deutsche Welle.
El Likud, el partido de derecha del primer ministro, ganó las elecciones legislativas del 23 de marzo, las cuartas en menos de dos años, con 30 de los 120 escaños de la Knesset.
“La principal consideración que me guiará es dar la tarea de formar el Gobierno al miembro de la Knéset (paramento israelí) con la mayor probabilidad de tener éxito en la formación de un Gobierno que contará con el respaldo parlamentario”, expresó Rivlin en la apertura de las consultas con los líderes del partido, citado por el portal ruso de noticias Sputnik.
Rivlin celebrará consultas durante todo el día en su residencia con cada uno de los 13 partidos que obtuvieron suficientes votos para asegurar la representación parlamentaria entrante y discutir con ellos las recomendaciones para el próximo primer ministro de Israel, en medio del estancamiento político luego de los comicios.
“El proceso de consulta será transparente y abierto al público”, agregó.
El presidente comenzó el encuentro con representantes del Likud, quienes recomendaron que se le dé la primera oportunidad al primer ministro actual Benjamín Netanyahu.
Mientras tanto, el jefe del partido Azul y Blanco, Benny Gantz, dijo que su partido recomendará a su antiguo socio, Yair Lapid.
“Continuaremos haciendo todo lo posible para que se forme un Gobierno honesto y para que el mandato no vaya a Netanyahu, quien está completamente preocupado por su juicio”, aseguró Gantz.
El tercer partido que se reunirá con el presidente Rivlin, el ultraortodoxo Shas, tiene previsto recomendar a “Netanyahu y solo a Netanyahu” para formar la próxima coalición y encabezar el próximo Gobierno.
Sin embargo, los informes recientes indicaron un posible avance en las conversaciones entre el líder de Yesh Atid, Yair Lapid, y el presidente de Yamina, Naftali Bennett, sobre la formación de un Gobierno conjunto para reemplazar a Netanyahu.