Redistribución y creación de valor: el dilema progresista de las prioridades

Por: Roberto Candelaresi

Introducción a la problemática 

En Latinoamérica, tenemos muchos sectores de baja productividad, hay una baja inversión del mismo sector privado, y un sector público que no amplió sus herramientas. Demasiados consultores extranjeros dando sugerencias financieras para nada cambiar en lo estructural.

Las crisis acortan las visiones. Los cambios necesarios para afrontar el porvenir, deben ir hacia una industrialización fuerte y un servicio social público activo y eficaz. La digitalización en todos los ámbitos es ultra necesaria, dado que hay que manejar los datos (todo tipo de estadísticas) en una plataforma digital propia (estatal) para el buen gobierno (sana administración pública y conducción inteligente).

Otra problemática que aparece, es la disfunción frecuente entre gobierno político y conducción empresaria. Esto que es ideológico, se transmite a fuerzas políticas que propenden al Estado como rector de la sociedad y otras que se inclinan por el mercado regulador. Lo público y lo privado están llamados a cooperar e interactuar. No dispersar esfuerzos.

Observar el proceso de desarrollo en Asia desde los ’70, mientras que en nuestra región el mismo se frenaba (teniendo todas las condiciones materiales), puede ser aleccionador, el caso de Corea del Sur es el más claro: Decisiva participación del Estado, con una política industrial muy importante y agencias asistiendo a industrias estratégicas. Atracción de muchas inversiones, y dieron protección tarifaria a los pequeños startups, y financiamiento de estímulo (bancos ad hoc como el BNDES de Brasil, que también jugó ese rol). Hoy Corea es una potencia económica. Similarmente Taiwán se desarrolló e Indonesia va en ese rumbo.

Se trata de traccionar la inversión privada con inversión pública estratégica (crowding in). También para el mismo propósito el gasto público se puede direccionar hacia el compre nacional, para el propio desenvolvimiento estatal, ejerciendo una misión muy activa sobre la demanda y fomentando el crecimiento y especialización de las empresas. En ese sentido, las iniciativas privadas no pueden limitarse a solicitar del Estado, solo garantías, subsidios o protecciones arancelarias, deben acompañar los objetivos macroeconómicos para beneficiarse ambos sectores, público y privado en forma mediata.

La impregnación del neoliberalismo en la región es grave, tanto como la inestabilidad política de la mayoría de sus países. Ambos conspiran contra la necesaria armonización para el desarrollo. Se requiere un nuevo contrato social para sustentar el progreso.

Parecería que, en particular en Argentina, no solo el desarrollo tuvo un stop, sino incluso, la curva de casi todos los indicadores comenzó en los últimos 50 años, a retroceder de sus puntos de avance precedente, una suerte de “involución”. 

Afortunadamente, para las mayorías sociales, el país, y a consecuencia de la implantación del estado benefactor por la década peronista del 40/50, quedaron programas sociales fuertes, y una educación de excelencia pública, libre y gratuita, ambas condiciones idóneas para sostener en un umbral, aquella decadencia.

El problema es que a pesar de tener en estas décadas gobiernos democráticos, y algunos progresistas (no liberales), no siempre se crea riqueza como por impulso de esas gestiones, sino que en general, el esfuerzo está dirigido a distribuir, vía impositiva y asistencia social, o mediante subsidios al consumo. Mientras que la producción, no recibe toda la atención necesaria en una economía periférica y con mucha demanda de bienes. Hay periodos dentro de estos gobiernos populares, que son la excepción, amén de referir al encorsetamiento que implica grandes deudas externas. De hecho, el Estado productor de otrora, nunca volvió a recapitalizarse para pisar firme como actor económico.

La redistribución es una meta loable y necesaria, pero al mismo tiempo, se debe enfocar el proyecto de gobierno a crear riqueza. Caso contrario, los recursos disponibles se vuelven escasos para satisfacer las crecientes demandas. Cualquier cambio en la recaudación o en el valor de las divisas, se traslada a los precios directamente reciclando el crónico problema de la inflación. Lo que, a su vez, ralentiza las inversiones en activos físicos para incrementar la producción.

La continuidad de ciertos programas – a veces plasmados en Planes Estratégicos como Argentina 2030 – transformándolo en Políticas de Estado, son la clave para fijar el desarrollo productivo. De cualquier modo, toda la ayuda estatal para innovar, crecer, ampliar el sector productivo, en definitiva; transformarlo (V.g. tasas preferenciales, subsidios energéticos, préstamos blandos, promoción en el exterior, etc.) debería exigir una clara prestación del capital privado favorecido, tal como buenos niveles salariales y condiciones de trabajo para su plantel. Esto implica, un SEGUIMIENTO por parte del Estado, que casi nunca se ejecuta (a veces por falta de recursos humanos).

POTENCIALIDAD ANTES QUE RIQUEZA

La formidable dotación de recursos naturales del subcontinente, son indudablemente fuente potencial de crecimiento y riqueza, pero ello depende que sistema económico y productivo se adopte para su aprovechamiento. Quienes dominan el proceso es determinante para saber si la riqueza permanece en los territorios, o, simplemente como en los últimos 500 años van a formar parte del patrimonio de los explotadores, que usualmente son actores corporativos del “primer mundo”. Dejando, por otra parte, pasivos ambientales y agotamiento de RECURSOS NO RENOVABLES.

Pasivos Ambientales deben ser considerados en la economía del futuro.

El agregado de valor, se debe producir PRINCIPALMENTE en el territorio donde tales recursos se encuentran, por lo que los procesos extractivos deben continuar con los industriales – como mínimo hasta sus bienes intermedios – en el país de origen. Recibiendo (cuando sea necesario) transferencia de tecnología, demanda de mano de obra local, pago progresivo de impuestos, financiamiento de infraestructuras necesarias (no solo aquellas que hoy se ejecutan destinadas solo a acceder a las vetas, yacimientos, campos, etc. y el acceso a los puertos para egresar la materia prima al exterior, sin ninguna elaboración).

La orientación, como es lógico, debe venir de un programa sobre el futuro, la innovación como eje estratégico, dinámico y creativo, en torno a la razonable explotación de nuestros estratégicos RR.NN.

La industria argentina, tan maltratada por periodos, especialmente la que sustituía importaciones, tuvo su aporte durante muchos años al crecimiento y al propio PBI, siempre resulta positivo tener una economía más diversificada y no exclusivamente dependiente de sus recursos naturales, pero en las rachas de adversidad (por problemas cambiarios, por dumping, por financiamiento externo para facilitar el comercio de importación, etc.) o en las crisis económicas mundiales, el impacto fue mayor que otros países vecinos, precisamente porque Argentina ya tenía todo un sector creando valor con manufacturas, que vieron perder toda su competitividad con el mercado mundial, y los quebrantos impactaron de lleno en sus trabajadores, consumidores y entes recaudadores.

Innovacion Tecnológica como eje estrategico para el desarrollo

Si ha de aprenderse la vía del crecimiento, observamos que en Corea o en Alemania, líderes en innovación y con experiencia de destrucción masiva por sus guerras, la academia con la industria tiene lazos muy sólidos, y toda la innovación diseñada se aplica directamente, en un sistema dinámico y horizontal, a diferencia del sistema tradicional estático y vertical como procede en muchos países como el nuestro. Estos últimos, son rasgos de conservadurismo, denotan falta de movilidad.

EL ESTADO COMO ACTOR

Todos los países desarrollados han tenido un Estado potente pero fundamentalmente, inteligente, promoviendo el desarrollo. Eso se logra con funcionarios probos e idóneos, pero en un marco de acuerdos políticos, para lo cual urge el debate. Un problema que se enfrenta para cristalizarlo es que la INTELECTUALIDAD que puede aportar ideas fuerza al proyecto, son mayoritariamente de tendencia izquierdista, mientras que la derecha no cuenta con intelectuales de fuste en cantidad, a lo sumo, autores preocupados por el mercado y la moneda. Difícilmente tales posturas sean útiles para planificar un camino al desarrollo.

Todos los actores sociales deben participar en un tal debate y comprometer su conducta con la síntesis de lo acordado.

EL CAPITAL MIOPE

El sector privado planifica – generalmente – para una ganancia al corto plazo, son cada vez más raras las inversiones importantes financiadas por capitales particulares, ni siquiera invierten mucho en producción. Es un fenómeno actual. Ya las inversiones de riesgo son prácticamente inexistentes. La especulación financiera es la reina actual de la economía, mientras la economía real se mantiene estable. Parecería que el propósito de los negocios es solo distribuir dividendos, no reinvertir en la actividad económica. 

En nuestra región son escasos los proyectos que se emprenden en forma asociada entre el Estado y la participación civil. El Estado debe fijar objetivos, crear incentivos, y la iniciativa privada tener la libertad [creatividad innovativa] y el tiempo lógico para cumplirlos. Eso es lo que ocurren en Estados Unidos y otros países de la OCDE.

Mejores políticas para una vida mejor, el slogan de OCDE

El cambio entonces, debería producirse tanto en el nivel intelectual del funcionariado operativo, cuanto en la idiosincrasia del empresariado para estar más dispuesto a colaborar – por su propio beneficio – junto a los programas estatales (y no solo demandando prebendas, eximiciones y favores). Las ideologías se deben intercambiar para propósitos generales. No pueden ser obstáculos para el desarrollo del conjunto.

Todos los actores económicos de un país son importantes en un plan de verdadero desarrollo. Ninguno es más que otros en el esfuerzo. Pero es fundamental tener una guía (que es de orden político), además de un marco teórico no tradicional de la ciencia económica (aprender de los errores), para que las contribuciones no caigan en saco roto, sino que sean específicamente dirigidas a objetivos constantes, hasta alcanzarlos.

La propuesta es generar a través del diálogo, sumando capacidades, formando una especie de inteligencia colectiva de la sociedad. De lo cual se sigue, que las patentes a registrar [resguardo de la propiedad intelectual] deben ser verdaderamente premios al esfuerzo PRIVADO, no cuando su gestación se dio en modo colectivo [aportes estatales, académicos, asistencia internacional, etc.].

Cooperación Colectiva, un modelo para incentivar.

Es una verdad de Perogrullo que el mejor escenario para desarrollar un país en su conjunto es mediante la cooperación del esfuerzo privado con el apoyo estatal. El tema se resuelve con una visión que desde lo público (objetivos/problemas de interés general agendados) despliego políticas capaces de traccionar las inversiones.

Como ya apuntamos antes, la idiosincrasia empresaria en el país debe cambiar, es como un cambio cultural para los CEO, que piensen en grande, desde sus rubros, no solo en maximizar beneficios en el corto plazo. Por lo demás, la historia enseña que los proyectos de crecimiento exitosos de Desarrollo Sostenible, son aquellos donde interactúan agentes multidisciplinarios y con mucha creatividad, no solo directores abogados, economistas o financistas.

Que el estímulo a la creatividad no sea solamente el temor a la guerra, y por ello todo tipo de investigación y desarrollo para la industria de la defensa. La problemática social podría también detonar iniciativas para hacer algún cambio tecnológico radical.

Los problemas como disparador de desarrollo

El desarrollo naturalmente no solo será concretado por su planificación y diseño. En primer lugar, habría que considerar que, a diferencia de la óptica impuesta por economistas tradicionales, de aplicar “toda la carne a una misma parrilla” (sector económico predeterminado), sino de involucrar la mayor cantidad de sectores productivos, existentes o a crear, en torno a un gran proyecto. Si un objetivo estratégico resulta en un mineral, toda la red de infraestructura, la maquinaria involucrada (en gran parte), la capacitación de los operarios, la digitalización de la actividad, los proveedores técnicos y de servicio a desarrollar, etc. Es decir, que se debe generar trabajo y competitividad a mediano y largo plazo, introducir innovaciones y, fundamentalmente, toda la sociedad debe estar enterada HACIA DONDE APUNTA el crecimiento, y que PROBLEMA se intenta resolver [salud, social, sanitario, etc.].

Toda la economía debe verse involucrada, en mayor o menor medida, los resultados tangibles serán crecimiento de empleo, mejores salarios

CONCLUSIÓN

Después de las teorizaciones y vueltos a la realidad nacional, tenemos hoy condicionantes que persisten como: la provisión de divisas y la deuda. Ya apuntamos en otro artículo, que en nuestra economía es necesario un incremento de exportaciones para mejorar el ingreso de los asalariados, en forma REAL y SOSTENIDA, claro. Mas allá de los ajustes que deben realizarse para corregir distorsiones de estos últimos años, con la APROPIACIÓN DEL CAPITAL de parte de la RENTA, que hasta 2015 remuneraba a los trabajadores. El nivel de salarios no está solo dado como resultado de la pugna distributiva, depende de la restricción externa. La estabilidad macroeconómica de mediano y largo aliento, se logra consolidando un INGRESO INCREMENTAL DE DIVISAS que refuerza las finanzas nacionales [ergo; la moneda nacional con su poder adquisitivo].

Si se logra la ESTABILIDAD MACRO, la inflación –nuestro problema crónico– necesariamente cede, por lo tanto, la gran dotación de recursos minerales, hidrocarburíferos, ictícolas, etc., deben ser puestos en valor mediante su explotación racional y verde. Con el menor impacto ambiental posible, pero, además, agregando valor en la cadena productiva, tibiamente al comienzo tal vez, recibiendo transferencias de tecnología y ganando conocimiento experimental para ir complejizando las funciones productivas, que incorporen valor agregado en muchas etapas posibles.  

Para dar un EJEMPLO SECTORIAL; desde la producción de carbonato de litio, con un mínimo proceso, pasando por la fabricación de baterías a base de ese material acumulador, hasta la producción de automóviles con planta motriz eléctrica. Exportaciones valorizadas e incrementadas, una evolución desde el extractivismo vil.

El desafío está planteado para todos los gobernantes que realmente anhelen en desarrollo, sin slogans vacíos. 

Diciembre de 2022