El Ni Una Menos cumple 7 años

Se cumplieron 7 años del Ni Una Menos y la licenciada Patricia Cuesta recordó el origen de esa primera marcha en la Argentina. En su columna del programa Agenda Abierta 21, repasó los diferentes casos de violencia contra la mujer que sigue habiendo en nuestro país y algunos avances para erradicar el machismo de la sociedad

Por Patricia Cuesta

Edición Diego Adur

El 3 de junio de 2015 se realizó la primera marcha del Ni Una Menos. Esa marcha tuvo su origen en el caso de una niña de 14 años, Chiara Páez, que fue asesinada por su novio de 16 años porque había quedado embarazada y no quería abortar.

Ese fue el detonante, sin embargo son muchas las situaciones en las que las mujeres han sufrido violencia a lo largo de la historia solo por el hecho de ser mujeres. La violencia contra la mujer tiene su escalada máxima con el femicidio, el asesinato de un hombre a una mujer, pero existen situaciones más imperceptibles de violencia doméstica, por ejemplo, como la que se da en seno de un hogar donde el hombre cree que la mujer es de su propiedad. Hay situaciones donde son para doctrinar a la mujer y hay situaciones que son para poseer a la mujer.

En Salta, actualmente, se está dando una terrible situación que quedó registrada por una persona que convivió con mujeres de pueblos originarios: “De las 250 mujeres de distintas naciones indígenas con las que compartí los días, 200 fueron violadas, golpeadas, abusadas y pasaron hambre. Todo en primera persona y también en primera persona me contaron lo que es el chineo”, escribió. El chineo es cuando los blancos violan en grupo a las chinitas, a las indígenas. Hay un cantante de música folclórica muy conocido, el chaqueño, que arranca su show diciendo “vinieron todos a chinar…” En estos casos, no hay tono humorístico que valga.

Este tipo de violencias y abusos sexuales viene desde la época de la colonización. A las niñas, adolescentes y mujeres indígenas las violaban en grupo. Ni siquiera desaparecían, las violaban en grupo. Esta práctica se ha trasladado al seno del hogar, es como que todo esto está bien visto. Por eso las Mujeres Indígenas por el Buen Vivir marcharon también el 3 de junio junto a miles de mujeres.

Una reflexión de la ministra de la Mujer de la Provincia de Buenos Aires nos demuestra de qué manera se esconden estas violencias machistas a la vista de todo el mundo: “Todas las mujeres reconocemos que tenemos alguna mujer cercana a nosotras mismas que ha sido víctima de algún tipo de violencia o de algún tipo de abuso, pero ¿Cuántos hombres reconocen tener algún amigo o algún conocido que sea violento? Porque si todas las mujeres tenemos contacto con otra mujer que la pasó mal, cómo puede ser que ningún hombre jamás haya tenido contacto con ningún violento.

Esta situación tiene que ver con los silencios. Tiene que ver con aquello que no se habla y no se dice, lo que se prefiere ocultar. La vida privada de una persona deja de ser “privada” cuando afecta a terceros porque pasa a formar parte de la vida en comunidad. Nosotros vivimos en comunidad. Entonces, en algún momento, los hombres también van a tener que empezar a hablar. La Provincia de Buenos Aires, afortunadamente, tiene muchos dispositivos para hombres violentos, dispositivos para erradicar los distintos tipos de machismos, para que quien cae en cana porque cometió algún intento de femicidio o porque cometió un femicidio tenga otras instancias desde donde poder tratar este tema y que cuando salga nuevamente a la vida en sociedad estas prácticas se hayan erradicado.

También necesitamos el compromiso de las instituciones educativas y el compromiso de las familias. Mientras haya lugares que todavía promueven que el machito debute sexualmente en un prostíbulo estas cosas van a seguir pasando. Mientras sea distinto el tratamiento que se le da a la iniciación sexual del varón al tratamiento que se le da a la iniciación sexual de la mujer nada va a cambiar. Porque si una mujer de 18, 19 años no tuvo relaciones sexuales nadie se paraliza, pero sí en el caso de un varón. Todavía sigue pasando. Todavía siguen existiendo los prostíbulos. Todavía vemos los cartelitos pegados en la calle que son de prostíbulos y la mayoría de esas mujeres están allí contra su voluntad. Entonces, el Ni Una Menos no se acaba. Yo celebro que exista un Ni Una Menos. Yo celebro que exista este 3 de junio porque me parece que es el punto de encuentro de las mujeres. Es una fecha central en la lucha contra las violencias machistas. Yo siempre elijo, este día, decir: vivas y libres nos queremos.